No sé, de verdad no se qué parte de nuestra historia es la más bonita, quizá y ni la hemos vivido. Pero justo ahora, de pone interesante, se pone distinta. Somos un par de adolescentes y un par de adultos, nos hablamos cómo niños pero no nos dejamos sentir como ellos.
No es fácil, sin embargo estamos.
Somos un matrimonio ya en muchos aspectos, el se deja consentir y yo lo disfruto tanto, nos atendemos y nos acompañamos. Tenemos espacio y chistes entre nosotros, yo tengo tanto que aprenderle y tengo tanto para mostrarle que sólo esperó que estos dos meses de distancia nos permitan estar juntos los que sea necesario para ambos.
Y ahora sí, que mientras la vida nos tenga juntos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario