jueves, marzo 28, 2013


Muchas veces he dicho: ojalá fuera como hace un año. Yo y mi maña extraña de recordar específicamente un chingo de fechas.
Y ¿sabes? Ya no, ya no quiero que sea como hace un año. El año pasado me pasaron cosas increíbles, cosas muy dolorosas, conocí a muchos de los amigos más apreciados hoy, perdí a algunas de las personas más importantes en mi vida, fui a la playa como si no hubiera mañana, enfrente miedos, semi adopte a mi segundo gato y descubrí lo maravilloso que es tener 30 años.

Ahora uso muchas cremas, me desvelo menos, me río más y tengo menos líos con hacer las cosas que me gustan, me siento menos comprometida en cumplir o complacer a mis alrededores y los miedos grandes y yo nos estamos dando unos tiros, recuerdo más, incluso duermo más, no sé esto de los 30 me han venido muy bien, hace un mes cumplí 31 y el cambio es todavía mayor. Me doy cuenta que he cumplido muchos sueños y muchos caprichos y que soy bien buena para tantas cosas y que nunca lo había reconocido.
Qué razón tenía Edith mi ex coordinadora, lo que me hace falta es confianza en mi misma. Y sí.
Y no está fácil obtenerla.

martes, marzo 26, 2013

Ultimamente llorar es lo que mejor me sale, pero no hay razón para preocuparse. Es llanto purificador y son tantos años los que reprimí un sentimiento que supongo que tomará más del mes depurarse del que ya que lleva. No solo las emociones están fluyendo y los recuerdos volviendo, también hay gente reapareciendo. Este blog me dio cobijo cuando más lo necesitaba, me dio algunos de los mejores amigos que tengo en mi vida, me dio a uno de mis más grandes amores, me acompaño al viaje de mi vida y cuando me volví loca (más), entre muchas otras cosas más y aquí estoy nuevamente casi 7 años después y nuevamente es el mejor lugar para esta fuerte etapa. Hoy tomé fuerza no sé ni de dónde y escribí ese correo que tenia días dándole vueltas en la mente. ya lo mande y me siento aliviada. Parece que hablar lo que uno siente no es tan malo y el corazón se siente menos dañado.

lunes, marzo 18, 2013

He estado en terapia, no la que yo pensaba, pero por lo menos está resultando algo que no sabia que quería. Tenia tiempo, mucho, años quizá, pensando en yo ya no puedo con esto sola, incluso llegue a pedir de regalo de cumpleaños alguna vez me mandaran a un psicólogo. Pero al preguntarme alguien ¿y por qué, qué es lo que pasa?, nunca supe responder. Hace un mes aproximadamente, comencé a tener dolores corporales. Extrañísimos, todo mi lado derecho. Investigue, platique, descubrí y llore, llore como yo creo no he hecho antes, una cosa incontrolable. Bueno, aquella vez que termine con Victor llore igual creo. A raíz de esto he tenido una serie de reflexiones y hoy caigo en cuenta de tantas cosas de mi misma, que no sabia y además nunca imagine. ¿Cómo puedes ser tan ajena a cosas tan tuyas?, ¿Cómo puedes engañarte tanto a ti misma?. Quizá suene tan poco lógico para alguien más, creo que de no vivirlo y no sentirlo nunca nadie lo entenderá, yo no lo habría hecho. He encontrado tantos errores míos, tan increíble que tenga 31 años y apenas me de cuenta de esto. No sé, no tengo idea sí esté bien que toda esta reflexión sea yo y nada más contra mi misma y mis pensamientos, mis miedos y mis mañas que antes eran tan normales para mi misma... no lo sé. De pronto me siento como loca y hacer hacia mi misma como terapeuta y paciente. Pero siento que está funcionando muy bien y eso me hace sentir grande y fuerte. Nunca imagine que el ser una persona que cede causara tanto lío, hoy me doy cuenta que por ceder a situaciones poco cómodas, quizá dolorosas o de conflicto. Pasé por alto muchos momentos que después me hacían daño. Por callar, por reprimir, por omitir, por no enfrentar, por hacerla mas fácil a todos. A todos excepto a mí. Mi padre biologico, algunos "novios" si es que así se les puede llamar, amigas, familia, compañeros de trabajo, jefes y así... Al día de hoy he ido enfrentando pequeñas situaciones y con grandes resultados. Y entonces empiezo a recordar, a recordar cosas que no sabia que existían en mi memoria, que por alguna razón mi mente y mi corazón eliminaron casi por completo, cosas, recuerdos, emociones, lugares, anécdotas, aromas y texturas que aunque suprimí son parte de mi y de mi historia, como él, Miguel. Mi padre biológico. Siempre pensé e incluso lo he dicho durante 31 años, "yo no me quiero casar", "yo no quiero tener hijos", sin embargo todo eso (hoy entiendo) es una gran contradicción para quien me conoce, soy la más cursi y lloro con cualquier escena romántica, siempre lo fui, mi videoteca está repleta de películas rosas que los hombres detestan y solo ven por que a su mujer (cualquiera que sea el termino que implique) le gustan. Ahora sé eso fue lo que me enamoro de Victor, el chico ese con el que yo ni quería andar, pero el me hizo sentir así, "la mujer más importante en su vida" y no por que me lo dijera todo el tempo (que si lo hacia), sino por las miles de cosas que a diario hacia para yo lo supiera, lo sintiera. Él hizo que con todo lo doloroso que era, mi graduación de preparatoria fuera inolvidable, ahora sé que por eso le llore tanto, él me dio ese lugar que tanto quería y mi padre nunca lo hizo. Pero tampoco a él nunca le dije nada. Amo a los niños tengo 11 años trabajando con niños, por el gusto enrome que les tengo y ni siquiera soy una maestra formal. Pensaba que soy una persona muy egoísta como para traer una pequeñito a la vida, al mundo y que eso seria terriblemente injusto para él o ella. Pensaba que no soy capas de educar y mantener y hacer feliz a un bebé, niño e incluso adolescente y tanta gente que se lo llegue a contar, me decían: "Estas loca Dennise, eres increíble, nadie podría hacerlo mejor que tú" y nunca lo escuche, nunca lo entendí.Ni cuando el bicho, siendo uno de los hombres mas importantes en mi vida me lo dijo. Hoy entiendo que no son más que miedos, miedos qué tengo desde niña. ¡Qué daño tan grande puede causarte una ausencia en la infancia!. Nunca me falto figura paterna, de verdad que no. Siempre tuve un abuelo inigualable que desvivía por mi, un segundo papá que me educo con mano dura, con cultura y con amor. Tuve un montón de adultos queriendo ser ese padre adoptivo, muchos, el papá de Karla, el papá de Karina, Rafa el de Nany, Saul y hasta un señor canadiense que conocí en Melaque una vez. Pero él, Miguel, el muchacho aquel que se caso con mi mamá hace 32 años, nunca tuvo tanto interés en mi y si lo tuvo fue de una muy extraña manera, nunca me sentí querida por él, es la verdad. Hoy entiendo que no por que no te quieran de la manera en que tu quieres significa que no te quiere, pero hay un montón de maneras de hacerle saber a esa persona que te importa y es algo que nunca recibí de su parte. Hoy lo pienso y tengo una enorme necesidad de saberme la mujer de sus ojos, la mujer de su vida de alguien y creo que es por eso, por la falta que me hizo saberme la niña de papá, esa que vez que todos los papás se de desviven por su pequeña. Esa que hasta las mamás llegan a sentirse celosas de la hija, pues para el papá existe la hija y luego el resto del mundo. Yo no fui esa niña, no de él y nunca me imagine me hubiese hecho tanto daño. Y pienso, tengo mi Pinterest repleto de niños en un álbum que se llama "when i have a kid" y otro lleno de bodas y escenas cursis que se llama "nozze" que en italiano significa nupcias. ¿Ves como sé es una contradicción?. No sé como voy a lograr aceptar de lleno todo esto que hoy reconozco en mi misma, bien aprendí de Rubén, que decidir no significa para siempre, pero es muy difícil aceptar para uno mismo que no tenias razón antes o que si la tenias ahora ya no es así. Y que además está bien.