jueves, marzo 28, 2013


Muchas veces he dicho: ojalá fuera como hace un año. Yo y mi maña extraña de recordar específicamente un chingo de fechas.
Y ¿sabes? Ya no, ya no quiero que sea como hace un año. El año pasado me pasaron cosas increíbles, cosas muy dolorosas, conocí a muchos de los amigos más apreciados hoy, perdí a algunas de las personas más importantes en mi vida, fui a la playa como si no hubiera mañana, enfrente miedos, semi adopte a mi segundo gato y descubrí lo maravilloso que es tener 30 años.

Ahora uso muchas cremas, me desvelo menos, me río más y tengo menos líos con hacer las cosas que me gustan, me siento menos comprometida en cumplir o complacer a mis alrededores y los miedos grandes y yo nos estamos dando unos tiros, recuerdo más, incluso duermo más, no sé esto de los 30 me han venido muy bien, hace un mes cumplí 31 y el cambio es todavía mayor. Me doy cuenta que he cumplido muchos sueños y muchos caprichos y que soy bien buena para tantas cosas y que nunca lo había reconocido.
Qué razón tenía Edith mi ex coordinadora, lo que me hace falta es confianza en mi misma. Y sí.
Y no está fácil obtenerla.

No hay comentarios.: