miércoles, agosto 17, 2011

Pero está él (otro él), el que me hace sonreír día a día, con quien la vida es linda, el que me lleva al trabajo y al que le cocino(a veces, o eso intento), al que le compro chocolates y él me canta, al que le lavo y doblo la ropa mientras el pinta, el que me conoce de gala y en pijama. El con quien puedo compartir una cama más allá del sexo. Por quien compro cervezas y me alimento mejor, por quien siempre seré tan fuerte y valiente para ayudarle en todo. Todo tanto pueda. Él, al que siempre quiero abrazar un me retuerzo cada vez que me huele. En quien creo ciegamente por gusto y convicción. Él, que encaja a la perfección en el circo familiar del que soy parte y amo con todo mi corazón. Él que no somos nada y hemos sido todo.
Él habla en plural y yo no quiero escuchar, hace planes que destruyen todas las tormentas de arena que mi cabeza y corazón crean, sienten y viven cada que subo las escaleras, cada que se va… y supongo es con ella.
Son de esas historias de las que no me gusta hablar, pues no la podría explicar, solo vivir. Y a estas alturas ni eso se si lo puedo hacer. Hoy es uno de esos días en los que me pregunto ¿Quién en esta historia es el que está mal? ¿Ella? ¿Él? ¿Yo? O todas las anteriores.



1 comentario:

Zeltax dijo...

Es un gran dolor y amor y condiciones y hechos relevantes e irrelevantes, es parte de la vida, no hay nada con que compensar esos huecos terribles que nos dejan los ellos y las ellas que se van con otros ellos y ellas mientras aún estamos ahí... que difícil se me hace mantenerme en este viaje sin saber a donde voy en realidad, pero lo que importa es vivir y nada más...

¿cómo estás Nina Catarina? hace tanto tiempo que me fui de aquí que me ha parecido una eternidad, dejé una casi-niña y me encuentro con una mujer en pleno apogeo... qué tal eh! es vivificante encontrarte nuevamente princesa.
Besos y Abrazos
Los sueños se hacen a mano y sin permiso.